Fiel a sus ideales, Wirth amplió las interpretaciones clásicas del arcano de la Justicia identificando las dos pilastras que flanquean el trono con las columnas del templo masónico. La justicia, en opinión de Wirth, es una virtud moral y determina una correcta acción civil, pero es también una consecuencia de las leyes de acción y reacción. Es además, una ley natural que mantiene en equilibrio los polos opuestos. Quien es capaz de reconocer esta verdad alcanza una armonía superior que lo conecta con las leyes eternas de la existencia.
lunes, 13 de diciembre de 2010
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