El Papa de Wirth, como en el Tarot de Marsella, aparece sentado en el trono pontificio. Con la mano izquierda sostiene la cruz de tres brazos; con la derecha bendice a dos clérigos. Uno de ellos levanta la cabeza, como si dijera “he comprendido”; el otro inclina la frente sobre sus manos unidas, en señal de que acepta el dogma con humildad. Las dos columnas laterales que flaquean el respaldo del trono representan las del templo de Salomón o del templo masónico, Yakin o Jakin y Boaz, que marcan los límites entre los que se mueve la mente del ser humano: la fe y la ciencia, la duda y la certidumbre.
sábado, 4 de diciembre de 2010
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