La gran cultura esotérica de Wirth le llevó a ver en esta carta la expresión de un profundo misterio, el viaje astral del alma que se ha descrito en múltiples tradiciones religiosas tanto occidentales como orientales. Las siete estrellas que adornan el baldaquín representan las siete esferas planetarias, y los caballos, que en este arcano aparecen de distinto color, significan las tendencias opuestas al alma, que la mente debe dirigir oportunamente si quiere alcanzar a contemplar la verdad oculta en la dimensión espiritual superior.
viernes, 10 de diciembre de 2010
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