Os comparto este pequeño extracto de Gloria Garrido correspondiente a la introducción de su obra “Tarot. Todas las tiradas e interpretaciones”. Ed. Libros Cúpula, para seguir conociendo la visión que otros nos ofrecen del Tarot.
“…El oráculo refleja la encrucijada en que se halla la persona, y sugiere una ruta. Pero para entender y asimilar qué nos dice, es condición fundamental la receptividad interior que, en la tradición esotérica, equivale a veracidad. Desafortunadamente, el ser humano suele ser presa de una ilusión: a menudo prefiere creer que las causas de sus desgracias residen en el exterior, y no suele preguntarse cómo contribuye él a forjar su destino. A este respecto cabe citar una antigua leyenda islámica, según la cual, cuando el Creador quiso ocultar la Verdad, no la escondió en el fondo del mar ni en el pico del monte más alto, sino en el único lugar donde el hombre no iría jamás a buscarla: en su propio corazón.
Es en ese rincón apartado, pero siempre latente, dentro de nosotros mismos, donde las cartas nos permiten entrar. Como si fuéramos Alicia en el País de las Maravillas, al contemplar los arcanos con una mente libre de las emociones que normalmente la nublan, encontramos las claves para traspasar el espejo y, al otro lado, hallamos un mundo sin aristas, transparente y pulido como una piedra preciosa.
A partir de ese momento, el tarot no sólo puede predecir qué ocurrirá, sino que también es capaz de prestar una ayuda semejante a la obtenida durante un tratamiento psicológico. Aporta al consultante buenos consejos, lo libera para profundizar en la raíz de sus problemas: iluminar las áreas más sombrías de su personalidad; aceptarse a sí mismo y comprender su propia responsabilidad en las circunstancias que lo rodean. Es así como consigue hacer que desaparezca su temor ante un futuro incierto y, como, en definitiva, le insufla optimismo para ser el motor de un cambio positivo en su propia vida.
Finalmente, aunque al consultar el tarot se pretenda adivinar el futuro, el oráculo, contra toda hipótesis, nos insta a reflexionar sobre el presente…”.
“…El oráculo refleja la encrucijada en que se halla la persona, y sugiere una ruta. Pero para entender y asimilar qué nos dice, es condición fundamental la receptividad interior que, en la tradición esotérica, equivale a veracidad. Desafortunadamente, el ser humano suele ser presa de una ilusión: a menudo prefiere creer que las causas de sus desgracias residen en el exterior, y no suele preguntarse cómo contribuye él a forjar su destino. A este respecto cabe citar una antigua leyenda islámica, según la cual, cuando el Creador quiso ocultar la Verdad, no la escondió en el fondo del mar ni en el pico del monte más alto, sino en el único lugar donde el hombre no iría jamás a buscarla: en su propio corazón.
Es en ese rincón apartado, pero siempre latente, dentro de nosotros mismos, donde las cartas nos permiten entrar. Como si fuéramos Alicia en el País de las Maravillas, al contemplar los arcanos con una mente libre de las emociones que normalmente la nublan, encontramos las claves para traspasar el espejo y, al otro lado, hallamos un mundo sin aristas, transparente y pulido como una piedra preciosa.
A partir de ese momento, el tarot no sólo puede predecir qué ocurrirá, sino que también es capaz de prestar una ayuda semejante a la obtenida durante un tratamiento psicológico. Aporta al consultante buenos consejos, lo libera para profundizar en la raíz de sus problemas: iluminar las áreas más sombrías de su personalidad; aceptarse a sí mismo y comprender su propia responsabilidad en las circunstancias que lo rodean. Es así como consigue hacer que desaparezca su temor ante un futuro incierto y, como, en definitiva, le insufla optimismo para ser el motor de un cambio positivo en su propia vida.
Finalmente, aunque al consultar el tarot se pretenda adivinar el futuro, el oráculo, contra toda hipótesis, nos insta a reflexionar sobre el presente…”.
Nota: Imágenes del Tarot Delle Vetrate
Referente al comportamiento psicologico estoy de acuerdo contigo, la consulta sirve,para el desarrollo y bienestar de la felicidad.
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