Siete Bastos
El siete de bastos nos enseña el sentido del valor, no como algo que hay que demostrar constantemente o que requiere un esfuerzo personal, sino más bien como un acto natural que surge cuando las circunstancias lo requieren. Su lección no trata de temeridad inconsciente, ni de heroicidades sin sentido, sino que muestra que el verdadero valor surge de la confianza en los propios medios y de la inteligencia capaz de captar los peligros, reconocer los puntos débiles del enemigo y, con astucia, buscar la ventaja que nos posibilita actuar ante el peligro logrando que la situación se resuelva a nuestro favor.
Siete Copas
Este arcano muestra lo que sucede cuando el hombre distorsiona la realidad y crea mundos de ficción, a los que se retira para alejarse de la vulgaridad o de la dureza de su vida cotidiana, ignorando todo lo que sean sus propias fantasías. Esta huida de la realidad con frecuencia provoca un endiosamiento en el hombre, llegando al extremo de creerse un elegido, alguien superior a los demás y, en su locura, puede que arrastre a otros convirtiéndose en un falso líder, mesías o gurú. Además, representa los conceptos e ideas grandilocuentes que carecen de valor objetivo.
Siete Espadas
Este arcano ilustra el proverbio que afirma que no hay que echar el trigo en saco roto. Es la carta de aquellos que empeñan sus esfuerzos en obras vanas, o que colaboran con instituciones que, bajo la apariencia de ayudar a los menos favorecidos, enriquecen a unos pocos; también es la carta de los que entregan todo a una secta o líder que sólo busca el enriquecimiento personal. Representa a las personas que se esfuerzan hasta el agotamiento y nunca consiguen sus metas, y manifiesta el vano intento de vencer al enemigo cuando éste es muy superior en fuerza y al que, por tanto, sólo se conseguirá infligir una pequeña y efímera derrota, de la cual se recuperará pronto.
Siete Oros
El siete de oros nos muestra la lección del aprendizaje y el error, ya que aunque el que se arriesga puede equivocarse, el que no lo hace nada aprende; es decir, que el fracaso puede ser también una manera de evolucionar. Es el arcano de los que luchan para conseguir algo y, cuando lo tienen, se dan cuenta de que ya no les interesa o de que simplemente les deja insatisfechos. Si la lección ha sido bien aprendida, estas personas buscarán un nuevo objetivo, esta vez más acertado y profundo. Representa a los individuos eternamente insatisfechos, y la insatisfacción que producen las conquistas materiales.
El siete de bastos nos enseña el sentido del valor, no como algo que hay que demostrar constantemente o que requiere un esfuerzo personal, sino más bien como un acto natural que surge cuando las circunstancias lo requieren. Su lección no trata de temeridad inconsciente, ni de heroicidades sin sentido, sino que muestra que el verdadero valor surge de la confianza en los propios medios y de la inteligencia capaz de captar los peligros, reconocer los puntos débiles del enemigo y, con astucia, buscar la ventaja que nos posibilita actuar ante el peligro logrando que la situación se resuelva a nuestro favor.
Siete Copas
Este arcano muestra lo que sucede cuando el hombre distorsiona la realidad y crea mundos de ficción, a los que se retira para alejarse de la vulgaridad o de la dureza de su vida cotidiana, ignorando todo lo que sean sus propias fantasías. Esta huida de la realidad con frecuencia provoca un endiosamiento en el hombre, llegando al extremo de creerse un elegido, alguien superior a los demás y, en su locura, puede que arrastre a otros convirtiéndose en un falso líder, mesías o gurú. Además, representa los conceptos e ideas grandilocuentes que carecen de valor objetivo.
Siete Espadas
Este arcano ilustra el proverbio que afirma que no hay que echar el trigo en saco roto. Es la carta de aquellos que empeñan sus esfuerzos en obras vanas, o que colaboran con instituciones que, bajo la apariencia de ayudar a los menos favorecidos, enriquecen a unos pocos; también es la carta de los que entregan todo a una secta o líder que sólo busca el enriquecimiento personal. Representa a las personas que se esfuerzan hasta el agotamiento y nunca consiguen sus metas, y manifiesta el vano intento de vencer al enemigo cuando éste es muy superior en fuerza y al que, por tanto, sólo se conseguirá infligir una pequeña y efímera derrota, de la cual se recuperará pronto.
Siete Oros
El siete de oros nos muestra la lección del aprendizaje y el error, ya que aunque el que se arriesga puede equivocarse, el que no lo hace nada aprende; es decir, que el fracaso puede ser también una manera de evolucionar. Es el arcano de los que luchan para conseguir algo y, cuando lo tienen, se dan cuenta de que ya no les interesa o de que simplemente les deja insatisfechos. Si la lección ha sido bien aprendida, estas personas buscarán un nuevo objetivo, esta vez más acertado y profundo. Representa a los individuos eternamente insatisfechos, y la insatisfacción que producen las conquistas materiales.
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