La analogía entre esta imagen y la del Tarot es puramente estética. La Retórica lleva sobre la cabeza un casco cubierto por una corona, para expresar su majestad. En la mano derecha empuña una espada, símbolo de la “lengua tajante”, mientras que con la izquierda sujeta el vuelo de la capa para indicar la verdad que dicho arte de la retórica permite descubrir. Las dos pequeñas figuras aladas que aparecen tocando las trompetas representan las palabras mesuradas que resuenan por todas partes y atraen la atención de quien las escucha.
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