Papus afirmó que El Ermitaño simboliza los genios protectores, pero también la iniciación a los misterios de la naturaleza. Cabalísticamente se corresponde con la letra hebrea teth, jeroglífico de tejado, del que se derivaría la idea de un lugar sagrado capaz de proporcionar protección a aquellos que han alcanzado la verdadera sabiduría gracias a los ritos iniciáticos. Según Papus, esta figura representa también el equilibrio entre la luz astral de cada individuo y su existencia elemental; palabras, sin duda, enigmáticas y oscuras.
domingo, 31 de octubre de 2010
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