Un rayo golpea la cima de una torre que se yergue junto a una segunda construcción. Etteilla asignó el número 19 a esta figura, que también se denomina “Capitolio”, en alusión a las dos construcciones que antiguamente se levantaban en la colina homónima de Roma; una de ellas estaba dedicada a Júpiter, dueño del rayo. Cuenta la leyenda que Rómulo construyó en la plaza del Capitolio un asylum para los plebeyos sin techo, lo que refuerza la concepción adivinatoria ligada a la torre fulminada: miseria, desventura, catástrofe, castigo.
sábado, 16 de octubre de 2010
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