Dos Bastos
Con el dos de bastos, el ser humano adquiere un dominio natural sobre su entorno. Representa la capacidad real para mantener un equilibrio entre la energía que se precisa para dominar algo y la que realmente se emplea en dominarlo, de modo que pueda evitarse el agotamiento de dichas energías en un vano intento de mejorar las condiciones externas.
Asimismo, esta carta nos proporciona el poder de la síntesis, permitiéndonos llegar al núcleo de las cosas para conquistar el éxito, aunque en ocasiones, este éxito nos aísla del resto del mundo y nos deja insatisfechos. En resumen, el dos de bastos implica el control completo sobre la conquista tras la consecución de la misma.
Dos Copas
Con el dos copas el hombre se aventura en el terreno del amor, pero no de un amor únicamente sentimental, sino del amor verdadero, el que se da de manera generosa sin pedir contrapartida alguna. Es la búsqueda de la integración y la plenitud del hombre, pues es amando al otro como el individuo se completa a sí mismo.
De esta manera es como el otro aparece como una proyección de nuestro propio yo desconocido y, a través de este amor, nos aceptamos y nos amamos a nosotros mismos. En el dos de copas, la fuerza magnética que tiende a unir a los contrarios se resuelve en un símbolo del matrimonio, de los afectos profundos y de la búsqueda de la unión con la pareja.
Con el dos de bastos, el ser humano adquiere un dominio natural sobre su entorno. Representa la capacidad real para mantener un equilibrio entre la energía que se precisa para dominar algo y la que realmente se emplea en dominarlo, de modo que pueda evitarse el agotamiento de dichas energías en un vano intento de mejorar las condiciones externas.
Asimismo, esta carta nos proporciona el poder de la síntesis, permitiéndonos llegar al núcleo de las cosas para conquistar el éxito, aunque en ocasiones, este éxito nos aísla del resto del mundo y nos deja insatisfechos. En resumen, el dos de bastos implica el control completo sobre la conquista tras la consecución de la misma.
Dos Copas
Con el dos copas el hombre se aventura en el terreno del amor, pero no de un amor únicamente sentimental, sino del amor verdadero, el que se da de manera generosa sin pedir contrapartida alguna. Es la búsqueda de la integración y la plenitud del hombre, pues es amando al otro como el individuo se completa a sí mismo.
De esta manera es como el otro aparece como una proyección de nuestro propio yo desconocido y, a través de este amor, nos aceptamos y nos amamos a nosotros mismos. En el dos de copas, la fuerza magnética que tiende a unir a los contrarios se resuelve en un símbolo del matrimonio, de los afectos profundos y de la búsqueda de la unión con la pareja.
Dos EspadasEl dos espadas es una carta que nos habla de la paz y la tranquilidad que se adquieren cuando las fuerzas contrarias se encuentran en equilibrio. Con este arcano, el hombre consigue la armonía entre su mente y su corazón, y se siente capaz de transmitir dicha armonía a su relación con el entorno. Nos proporciona el conocimiento de que la paz es un estado de equilibrio entre fuerzas contrarias que continuamente se están reajustando, a fin de que ninguna de ellas prevalezca sobre la otra, permitiendo así un momento de quietud personal en el que todo queda contrarrestado, creándose un equilibrio armónico entre las distintas energías que existen en la mente humana.
Dos Oros
Con el arcano del dos oros recibimos la comprensión de que todo lo que acontece en el mundo material es bello y está sujeto a la armonía. Alude a la vida del Universo y al movimiento y cambios continuos al que está sujeta. A través de este arcano comprendemos que todas las formas materiales no son más que la expresión cristalizada del espíritu humano en acción. Representa la vida como un juego equilibrado en el que continuamente se suceden las formas de manera armónica, manteniendo la esencia espiritual oculta tras la apariencia física.
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