Una serpiente que se muerde la cola forma un círculo perfecto; en su interior, entre dos pilastras piramidales, una mujer vestida de rosa y que luce un velo azul en la cabeza sostiene una rama verde. En los ángulos están los símbolos de los cuatro evangelistas. La figura original, a la que Etteilla dio el número 5, mostraba una mujer desnuda con el pubis cubierto por un ramo de flores. A pesar de la numeración, dicha carta alude al sexto día de la Creación, en el que Dios creó un ser masculino y femenino, un andrógino, símbolo de la perfección.
jueves, 4 de noviembre de 2010
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