Esta seductora figura representa la armonía del Universo y del amor gozoso. Su cetro, un tallo de loto de pétalos azules, es una clara alusión a la sensualidad femenina, lo mismo que la corona lunar que luce sobre la cabeza y las dos lunas que gravitan a su alrededor. Hay en la carta un gorrión y una paloma, aves muy estimadas por Afrodita, la diosa griega del amor. A sus pies se encuentra acurrucado un pelícano, símbolo de la regeneración. El águila blanca bicéfala que adorna el escudo se refiere a la incorruptible pureza de esta encarnación de la Gran Madre.
sábado, 20 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario